lunes, 18 de abril de 2016

Escritos de Fetlife: Sueños e ilusiones cambiantes, vamos, la vida.


Otra vez me he puesto melona, otra vez… melona, sí, palabra que utilizabas para definir mi ñoñería… tú, la persona más importante que ha pasado por mi vida pasada.

Hace un par de meses cogí consciencia completa de lo mucho que había cambiado mi vida, y no sólo de eso, sino de que gracias a estos cambios, mis ilusiones debían ser distintas… es complicado reconocer esto, machacar esas ilusiones a las que te habías aferrado y decir: sí, en estos momentos mi vida ha cambiado tanto que debemos construir nuevas ilusiones.

Pero una vez hecha esta reflexión, el resto es bastante más sencillo, porque las nuevas ilusiones se van creando solas, sólo hacía falta cerrar una puerta y abrir una nueva… y sí, da miedo hacerlo porque esas ilusiones y esperanzas eran las que me hacían levantarme cada día con fuerza y pensar que pasase lo que pasase todo iba a salir bien.

Diréis ¿de qué ilusiones se trata? Bueno, pues supongo que las de muchas personas, las típicas de la vida típica de una persona típica: Encontrar una persona de la que enamorarse, tener una época de noviazgo, convivir, casarse, tener hijos, ayudarles a crecer, ver como siguen esos pasos que diste en el pasado, empezar una etapa como abuela en algún momento… no sé, lo típico supongo.

El problema es que estuve a punto de empezar a tener eso, me enamoré, conviví con esa persona e incluso estuve con un pie en el altar… pero el cuento de hadas se fue al traste, no hubo boda, ni hijos, ni todo el séquito de planes que tenía para mi vida, nada de eso se iba a cumplir, no al menos en ese momento…
Tras un periodo oscuro, decidí que quería conocerme, que quería cuidarme y hacer cosas por mí… cuando me escuché sentí la llamada del BDSM a mi vida y sí, fue emocionante. 

Las experiencias que tuve fueron maravillosas y poco a poco gané confianza en mí misma, sentí que no era malo ser egoísta, que era positivo a veces. Una cosa llevó a la otra y decidí tirar por la borda mi estabilidad económica por la que había luchado, dejé mi trabajo y mi piso y me puse a hacer lo que antes no había hecho (por cobardía, por falta de confianza en mí y por alcanzar un sueño que me ardía por dentro, quería tener YA mi familia, mi casa, mi marido… todo lo quería YA y no había tiempo para mí, todo lo que yo quería era ser la esposa perfecta en una casita perfecta con unos hijos perfectos…), me puse a estudiar, dejé a mis amigos, a mi familia y me trasladé… con mis prejuicios y mis autoflagelaciones psicológicas: Estas haciendo ahora lo que no hiciste en su momento y ahora todos tus sueños serán imposibles de cumplir.

Yo quería ser madre, pero quería serlo antes de los 30, preferiblemente a los 25 años (ahora tengo 26). Me encontraba con que acabaría mi carrera pasados los 30 años así que lo único que hacía era hacer cavilaciones constantes de cómo podría desaprovechar lo mínimo de mi vida para cumplir esos objetivos…
Quizás simplemente necesitaba otro zarandeo de vida para darme cuenta de que las cosas no son así. Quizás simplemente necesitaba toparme con la persona indicada que me hiciese ver, con alguna que otra lagrimilla, que hay otros tipos de vida y que la gente es feliz así, que me hiciese ver que la persona en la que me había convertido (para bien o para mal) no era la de antaño y que por lo tanto la persona que sería en un futuro no es la que iba a ser hace un tiempo.

Soy feliz llevando la vida que llevo, sí, no negaré que me siento muy orgullosa de mí, estoy haciendo cosas que pensé que nunca haría, tengo la confianza que ni por asomo soñé tener… pero era fácil vivir en la burbuja en la que vivía antes, tener los sueños mundanos y corrientes que tenía la mayoría de gente y vivir la vida establecida por la sociedad. Pero el día que decidí escucharme a mí firmé un contrato con una letra pequeña muy importante, estaba dejando de ser mundana para ser rara, diferente… iba a vivir una vida diferente a la que vive la mayoría de gente…

¿Todo este rollo para qué? Pues para darme cuenta de que en ese futuro esta persona que escribe estas líneas vio hace meses que no quiere seguir flagelándose por lo que debía o podría haber hecho en el pasado para tener la vida que ahora mismo no le toca tener ya. Esta persona quiere vivir libremente. Esta persona quiere terminar esta carrera universitaria viviendo cada momento como lo habría vivido cualquier persona universitaria, y cuando acabe esos estudios, quiere viajar, quiere que el sueldo que gane con su sudor sea para viajar y vivir muchísimas experiencias, todas las que el cuerpo aguante, quiere comer de todo, ver de todo, sentir, oler, oír… 

Quiero que cada poro de mi piel se estremezca con las sensaciones que me aportará la vida, porque estamos en ésta para disfrutar… y sí, esos temores que tenía serán ciertos, cuando haga todo esto se me pasará el arroz y los sueños que tenía se desvanecerán, pero la diferencia es que esos sueños ya no son los que tengo ahora así que seguiré siendo feliz.

Quiero enamorarme nuevamente, claro que sí, pero quiero que ese amor me aporte libertad, no que me la coarte, quiero caminar junto a esa persona con sensación de felicidad pero no de ahogo, notar que tengo un compañero, no un verdugo… pero no, esas pequeñas personitas a las que quería traer al mundo probablemente nunca existirán y no me apena… en otra vida tocará vivir esa experiencia, en esta… en esta ya no, en esta toca experimentar hasta el final.

martes, 5 de abril de 2016

Escritos de Fetlife: Siéntelo todo

Que las etiquetas no sean un freno, pero que no lo sean por un lado ni por el otro, no me etiquetes pero siente, porque si no me sientes nada tiene sentido.

Siéntelo todo, lo físico y lo etéreo, siente el aire, el frío, el calor, la suavidad, la rudeza, el dolor, el placer... siéntelo todo.

Siente tu cuerpo estremecerse cuando lo toco.

Siente como mi boca se hace miel al contacto con la tuya.

Siente como mi piel se eriza al sentir el roce de tus manos y como tu ser se abriga con mi calor.

Siente mi aroma, expíralo profundamente porque no te hará daño para nada, embriágate de mí, notarás entonces que estoy impregnada de ti.

Escucha como palpita tu corazón aun cuando mis ojos todavía no te han mirado.

Siente el consuelo de mis brazos cuando te mimo...

Te acercas a mí aunque permaneces lejano…

Cuando me acaricias, con más o menos brusquedad, provocas un revuelo en mí que me hace amarte en silencio, aun así, la soledad no existe en mi alma porque aun en esta distancia tú llenas mis espacios.

Mi alma se libera cuando estoy contigo porque a tu lado vuelvo a ser una niña cuando me regalas tus sonrisas, tu cariño, afecto y momentos tragicómicos, cuando confesamos secretos y tenemos complicidad...

Sonrío cuando te siento feliz.

Corres el mismo camino que yo sin dejar huellas de tus pasos a mi lado, pero aun así te siento… y cuando no lo hago, cuando no te siento, entonces me entristezco, porque no quitas etiquetas para sentir más, añades otras nuevas para hacerlo menos.

Quiero que sientas y que seas feliz. Porque la vida es eso, sentir, y nosotros lo sabemos más que nadie, somos capaces de sentir placer donde el resto del mundo sólo ve dolor, sentimos más allá de lo correcto y lo que no... me has enseñado a sentir sin que este sentimiento sea una marca registrada, un nombre, un precinto...

Quizás ahora te toque a ti aprender lo mismo... siente, siente completamente.